Cada vez más inteligente
Por Hernán Oliveri - Clarin
Este renovado todoterreno incorpora dispositivos que mejoran aún más su comportamiento on y off road , y los niveles de seguridad y confort.
En acción. El sistema de tracción Terrain Response trabaja según el tipo de superficie seleccionada.
En acción. El sistema de tracción Terrain Response trabaja según el tipo de superficie seleccionada.
Etiquetas
En Montreal, Canadá. Enviado especial. - 21/03/13 Clarin
La segunda generación del Freelander le ha dado muchas alegrías a Land Rover. Desde que se lanzó en 2006 (hasta 2009, cuando tuvo su primer restyling) logró vender 170 mil unidades, mientras que desde 2009 hasta fines de 2012, vendió otras 140 mil. Ritmo parejo, cuentas redondas. Bajo ese lema, la marca inglesa optó por otra nueva renovación, que no se evidencia tanto en su silueta pero sí en el interior. Por una lado, más equipamiento para optimizar el confort, la seguridad y el comportamiento del vehículo, tanto en ciudad y ruta, como para el off road. Por otro, la incorporación de un nuevo motor naftero 2.0 litros que desarrolla 240 caballos.
Para tomar contacto con esta nueva versión del LR2 (así lo llaman en América del Norte), Clarín Autos viajó hasta la nevada ciudad de Montreal, provincia de Quebec, Canadá, donde fuimos recibidos por un clima hostil -con temperaturas inferiores a los 0°-; algo que le dio un gustito extra para sentirnos un poco más “off roaders”.
Allí nos subimos a la versión naftera, que es la única que por el momento llegará a nuestro país a mediados de año. Ditecar, representante de la marca en la Argentina, informó que se ofrecerá con dos niveles de equipamiento (S Plus y HSE), a valores que oscilarían entre los 70 y 80 mil dólares; precios que -aún teniendo en cuenta el prestigio de la marca inglesa- están bastante por encima de vehículos como el VW Tiguan, Toyota RAV4, Nissan Xtrail y Jeep Cherokee, entre otros. Mientras que está en el mismo rango que un Audi Q5, Mercedes-Benz GLK y BMW X3 (el más caro de los tres).
Volviendo al vehículo en sí, comprobamos que en los casi 150 kilómetros que recorrimos entre Montreal y Mont Tremblant, su nuevo motor -el mismo que equipa al Range Rover Evoque- le aporta agilidad y buena respuesta con se lo requiere. Los 340 Nm de torque permiten que empuje a ritmo parejo en casi toda la franja de revoluciones. También nos resultó eficiente y precisa la caja automática de seis velocidades, que brinda un gran confort de marcha.
Por otra parte, el generoso recorrido de suspensiones, sumado a los ángulos de ataque y salida y su sistema de tracción Terrain Response permite que el vehículo se desenvuelva muy bien en situaciones off road (no extremo). Este dispositivo, que ahora se opera mediante dos teclas (la perilla no va más), optimiza los sistemas electrónicos (control de estabilidad y control de descenso en pendiente) y la respuesta del acelerador de acuerdo al modo de terreno elegido: Normal; Césped-Tierra-Nieve; Barro; y Arena.
El interior de la nueva Freelander 2 fue lo que más nos sorprendió: muchos cambios y mayor equipamiento. Empezando por el nuevo freno electrónico, que ajusta el nivel de presión según la pendiente en la que se encuentre detenido. Vale destacar que el freno no se puede desactivar a no ser que el asiento del conductor esté ocupado. Otro dispositivo novedoso es el nuevo sistema de climatización, que puede ser programado hasta con 7 días de antelación. Esta herramienta permite que el vehículo “nos espere” con la temperatura deseada antes de ingresar.
También se destaca el sistema de visión trasero, mediante una cámara montada en el portón trasero y cuyas imágenes son proyectadas en la pantalla de la consola central. Este dispositivo incorpora el “Hitch Assist”, un gráfico superpuesto que nos guía, en caso de remolque, directamente hacia el enganche del trailer. Vale destacar que este sistema se ofrece como opcional y que en nuestro mercado sólo será posible de instalar en la versión HSE, a un costo de US$ 1.000.
No hay comentarios:
Publicar un comentario