martes, 20 de noviembre de 2012

Judas

Jesucristo va caminando por el desierto con sus doce apóstoles.
En un momento dado les ordena:
- ¡Tomad una piedra y marchad con ella a cuestas!
Todos toman una piedra bien grande, salvo Judas que toma una bien pequeña..
Al poco tiempo, le dicen:
- 'Maestro,¡ tenemos sed!' Entonces Jesucristo exclama:
- 'Entonces, ¡que las piedras se conviertan en agua!'
Todos beben hasta hartarse, menos Judas, a quien apenas le alcanza para un
sorbito.
Jesucristo vuelve a ordenar:
- Tomad otra piedra para volver a caminar!
Todos toman su piedra, pero Judas, esta vez toma un peñasco de una
tonelada.
Trescientos kilómetros después, ven a un campesino que no obtiene cultivo
de su tierra por falta de abono; entonces
Jesucristo exclamaclip_image001
- Que las piedras se conviertan en abono!
Judas, casi tapado de mierda extiende sus brazos y clama al cielo:
-Es pa traicionarlo... o no es pa traicionarlo! !!??

Un muchacho, tocó a la puerta de la casa de su novia. Tuvo el tino de abrir el Padre de la muchacha
- ¿Qué desea, jóven?
- Pues, verá usted, vengo a hablar con usted.
- Bueno, pues, pase jóven, vayamos a la sala y ahí me cuenta de qué quiere hablar conmigo.
¿Y bien?
El joven, todo decisión, respondió:
- Mire usted, vengo a comunicarle que a su hija y a mí nos gustaría compartir nuestras vidas, nos queremos casar.
El señor sonrió.
- Pues está muy bien eso de que se casen, pero cuénteme, muchacho, ¿ya cuenta con un salario digno para poder sustentar a mi hija y los hijos que vengan?
El joven, con todo el aplomo del mundo, contestó:
- Mire, aunque soy Ingeniero titulado, no gano mucho. Sin embargo, su hija me ha comunicado lo que ganan su distinguida esposa y usted. Por lo cual, confío en tener una pequeña ayuda de ustedes para poder pagar el teléfono, el agua, la luz y el supermercado.
Un poco sorprendido por la respuesta, el Padre, hizo otra pregunta:
- Bueno, ¿y piensan comprar un departamento o una casa? ¿O prefieren rentar..?
El jóven, con mirada inocente, contestó:
- Si antes le pedí una pequeña ayuda para poder ir viviendo, hemos pensado que, como esta casa es muy grande y pueden vivir perfectamente dos matrimonios, no es necesario comprar o alquilar apartamento o casa. Deseamos vivir en esta casa con ustedes.
El señor, desconcertado por la actitud del muchacho, continuó con el interrogatorio:
- Dígame algo, ¿tiene automóvil?
El jóven, sonriendo, respondió:
- Mire, no tengo coche porque he estado pensando que si usted tiene tres, para qué vamos a comprar uno más. Usted nos deja el que les sobra y así no es necesario adquirir otro.
En ese instante, entró en la sala la Madre de la novia, quien, mirando primero al jóven y luego a su esposo, preguntó
cordialmente:
- ¿Se puede saber de qué hablan?
El esposo respondió:
- Querida mía, qué bueno que llegas, quiero presentarte al Señor Arbitro, quien pretende ser el futuro marido de nuestra hija..
El joven, desconcertado y molesto, inquirió:
- Oiga, ¿por qué me llama Señor Arbitro?
A lo que el presunto suegro respondió:
-Y bueno, grandísimo hijo de puta, ¿cómo demonios quieres que te llame si hasta ahora lo único que vas a poner en esta casa es el pito?

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