Fuerte señal del presidente Xi Jinping
China, a favor de incorporar las creencias a su sociedad
Fue durante un encuentro con miembros del partido comunista. Habló de "aplicar al completo" medidas para garantizar la libertad religiosa. El pronunciamiento se produce en momentos en que la Santa Sede busca descongelar el vínculo con Beijing.
Xi Jinping, un poco más flexible.
El presidente chino, Xi Jinping, animó a incorporar las creencias a la sociedad socialista china, pero subrayó hoy que el desarrollo de las religiones en China debe ser ajeno a influencias extranjeras.
Las puntualizaciones de Xi Jinping se produjeron en momentos en que se trabaja sigilosamente en un acercamiento entre El Vaticano y Beijing con el especial interés del Papa Francisco.
"Se deben realizar esfuerzos activos para incorporar las religiones a la sociedad socialista", dijo el presidente durante un encuentro con miembros de alto rango del Partido Comunista (PCCh) que concluyó este miércoles, según recoge la agencia oficial Xinhua.
Durante la reunión, Xi prometió también "aplicar al completo" medidas para garantizar la libertad religiosa y gestionar los asuntos relacionados con esta materia de acuerdo a la ley. Con todo, Xi instó a una "actitud equilibrada" hacia las religiones, teniendo en cuenta, matizó, "sus pros y contras".
China sólo aprueba a su Iglesia Patriótica Católica, institución que regula las actividades de esta religión en el país, y no reconoce la autoridad vaticana, aunque a finales de año ofreció a la Santa Sede la posibilidad de revisar conjuntamente el nombramiento de obispos, asunto que mina las relaciones Roma-Pekín.
Por otro lado, algunos grupos en el exilio de la minoría uigur, que profesa la religión musulmana y viven en el noroeste de China, en la región de Xinjiang, han denunciado la intolerancia de las autoridades chinas contra ciertos símbolos del Islam, como el velo en las mujeres o incluso la barba en los hombres. Xi aseveró hoy que el país "reconoce la contribución de la población religiosa y les animará a continuar trabajando por el desarrollo" del país, así como por la "unidad étnica".
En el mismo encuentro, pidió a las autoridades a "acercarse y reclutar a más intelectuales" que no sean del Partido Comunista, en pos del desarrollo económico y de la limpieza de internet, dijo. China siempre ha condenado que países se inmiscuyan en sus asuntos, y se opone especialmente a que otros gobiernos cuestionen sus políticas en Tíbet y Xinjiang, donde denuncia que operan extremistas religiosos que buscan la independencia de ambas regiones.
Fuente: agencia EFE
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