Chevrolet ya lo vende en los Estados Unidos; Nissan comenzará a comercializar el suyo antes de fines de año; BMW promete su modelo para 2012; Mini desarrolló uno que, incluso, ya corre carreras, y Ford evalúa cuál es el mejor momento para presentar el suyo. Aquello que era un sueño futurista, ahora, está a la vuelta de la esquina.
Es el auto eléctrico, que no contamina, no hace ruido y al que, en lugar de pasar por el surtidor, hay que enchufar todas las noches a un simple tomacorriente.
Desde que los gobiernos de los países industrializados tomaron conciencia de la contaminación atmosférica que producían los vehículos, la legislación para restringir las emisiones de gases de automóviles se endureció progresivamente.
Las reglamentaciones de la Unión Europea a los fabricantes, desde la norma Euro I de octubre de 1994 hasta la Euro V, que entrará en vigor el mes que viene, obligó a limitar las emisiones de gases. Muchos de los niveles de emisiones requeridos no pueden cumplirse con los motores de combustión interna que equipan a los actuales autos.
Así, desde mediados de los 90 los fabricantes presentaron ideas con energías alternativas, que decantaron en tres tipos de vehículos: híbridos, de celda de combustible y eléctricos.
De los primeros, que combinan un motor de combustión con uno eléctrico, ya circulan más de 2,5 millones en todo el planeta. Pero con ellos no se logra la deseada emisión cero, porque queman combustibles fósiles. Los prototipos de celda de combustible, que producen electricidad a partir de la combinación de hidrógeno y oxigeno, tuvieron una etapa de furor, pero la dificultad para almacenar y proveer el hidrógeno los han postergado.
En cambio, hay un revival para los autos eléctricos, con modelos que ya están en venta o próximos a estarlo, como el Chevrolet Volt (se comercializa en los Estados Unidos por 33.500 dólares, con exenciones impositivas por 7500) y el Nissan Leaf (se lanzará a finales de año en Japón, Estados Unidos y en Europa); en producción, como el MINI E, o en proyectos como el Megacity, que BMW promete para 2012.
El auto eléctrico, que fue precursor del de combustión interna en el siglo XIX, siempre cargó con una gran cruz: la escasa autonomía por la rápida descarga de las baterías, a lo que se suma el largo tiempo que se necesita para recargarlas.
Los avances tecnológicos han venido en ayuda del auto eléctrico, en especial con los grandes packs de baterías de ion-litio de gran potencia que, ahora, permiten una autonomía de 160 km. Más que suficiente para el tránsito urbano (estudios hechos por G. M. revelaron que el 67% de los usuarios circula menos de 60 km por día), pero no para largos viajes.
Además, debe contarse el ínfimo nivel de ruido; la gran capacidad de aceleración, gracias a la entrega continua del máximo par motor (que en los vehículos convencionales tiene un pico y luego cae), y la eficiencia. El rendimiento de la energía eléctrica transformada en mecánica para mover al vehículo es del orden del 60 al 85 por ciento. En un automóvil convencional, esta eficiencia, con un tanque de combustible, llega en el mejor de los casos al 20 por ciento.
Más allá de las limitaciones ya hay vehículos eléctricos prácticos. El Nissan Leaf será pronto el primer auto íntegramente eléctrico fabricado en serie. Se trata de un hatchback con 5 plazas, equipado con un motor eléctrico que entrega 80 kW de potencia y 280 Nm de par motor. El pack de baterías laminadas de ion-litio ofrece una autonomía de 160 km. El tiempo normal de carga, con una tensión de 240 voltios, es de siete horas (la idea es recargar durante la noche, en casa), aunque permite una carga rápida de 30 minutos. Además, el Leaf, como todos los autos eléctricos, cuenta con frenos regenerativos, que permiten absorber la energía cinética que se produce al frenar y transformarla en electricidad para cargar las baterías, en lugar que se desperdicie en forma de calor, como en los autos convencionales.
Pero la evolución no cesa. La marca alemana BMW develó hace poco su proyecto Megacity. Un automóvil de cuatro plazas con estructura de fibra de carbono (para reducir el peso) y un sofisticado tren de fuerza con motor eléctrico y baterías. Los norteamericanos tampoco pierden el tiempo. Ford tiene su proyecto y General Motors ya lanzó el Volt, en realidad, un híbrido plug-in . La fuente primaria de propulsión del Volt es la unidad eléctrica, pero, para incrementar la autonomía, tiene un motor de combustión (1.4 turbo) que se usa sólo para cargar las baterías en un viaje extenso.
¿Se pueden adquirir estos autos en la Argentina? El decreto 311 de marzo pasado redujo del 35 al 2 por ciento el derecho de importación para los automóviles procedentes de países no integrantes del Mercosur y puede ser utilizado únicamente por las empresas automotrices que producen vehículos en el país. La norma expresa que el beneficio se aplica a los automóviles híbridos, eléctricos o que utilicen otros tipos de energías alternativas.
El decreto, firmado por Cristina Kirchner, Aníbal Fernández, Amado Boudou y Débora Giorgi, expresa 200 unidades. Sólo el Prius de Toyota fue beneficiado con la norma, ya que, por ahora, es el único modelo híbrido que se comercializa en el país.
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