Aunque sucedan importantes acontecimientos, la vida en Londres continúa. No es necesario tener las mismas ideas, opiniones y creencias de quien sea, las nuestras son suficientes y nos exigen mucho. Sucedió en Londres... Taxista inglés en la parada, un musulmán devoto entra en su taxi. Una vez sentado, le pide al taxista que apague la radio para no oir música, tal cual lo decide su religión y, porque en tiempos del profeta no había música, especialmente música occidental, que es la música de los infieles. El chofer del taxi educadamente apaga la radio, se baja del auto, se dirige a la puerta del lado del pasajero y la abre. El árabe le pregunta: - "¿Qué está haciendo?" Respuesta del taxista: - "En el tiempo del profeta no había táxis, por eso bájese y espere por el próximo camello" ¡¡¡Qué clase!!! -
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