Hay que besar en el lugar correcto Anastasio era un médico que, a los veintitantos años, se casó y formó un hogar. Pero, como tantas veces ocurre, tras varios años de matrimonio, se separó de su mujer. Y ya con 53 pirulos encima, encontró otra media naranja: nada menos que un bombón de 22 años, con todo lo necesario y en su lugar. Una noche, Anastasio salió a cenar con su nueva pareja. En el restaurante se encontró con varios colegas, ex-compañeros de la Facultad de Medicina, todos -como él- mayores de 50 años, y se sentaron juntos a recordar viejos tiempos. Los comensales quedaron impresionados con la casi adolescente que acompañaba a Anastasio y, cuando las mujeres se levantaron y se fueron al baño, no se contuvieron y le preguntaron cómo había hecho para ganarse un bombón de semejantes características. Con la mayor naturalidad, Anastasio les explicó que, para conseguir y mantener una buena relación con una mujercita así, lo importante era dónde la besaba... Sus colegas quedaron desconcertados. Todos médicos... ¡y ninguno sabía dónde besar a una mujer para conquistarla! De inmediato, uno de ellos le preguntó: -¿Y dónde es que la besás para obtener ese resultado? Sin perder su compostura, Anastasio le respondió: -En París, en Londres, en Roma... -- el " Pancho" |
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